21/12/12

I promis(ed)

Mi terquedad y orgullo se ven nuevamente afectados. Es cuando no puedo tener control en mi entorno cuando me exijo controlarme, poca estabilidad caracteriza mis épocas obsesivas. No entiendo mis formas, aconsejo caminos que me costaría tomar. Todos tenemos quilombitos, el mío es entretener a mi cabeza, si nadie lo hace por mí se torna un desafío para mi misma hacerlo y es allí cuando repaso mis errores y defectos y encuentro una enorme brecha entre lo que soy y lo que me gustaría ser, resalto lo mas visible y escarbo bien profundo dejando al descubierto todo lo que la naturaleza humana destruyó en mi persona. Creo ser lo suficientemente egoísta y autosuficiente como para perfeccionarme y ser lo que yo quiero para así luego relacionarme y arreglar el entorno, pero esa firmeza nunca termina y mis planes quedan inconclusos otra vez, para que un comentario en un momento equivocado, una canción que me toque mas que los nervios auditivos o una imagen hagan saltar nuevamente a mi personalidad autodestructiva. Quiero demostrarme ser tan fuerte como simulo ser, y temo todo el tiempo no poder llegar a serlo. Lo mas oscuro, por así llamarlo, es que no odio esta parte de mí, la amo con todo lo que soy y entregaría todo por ella, pienso en hacerlo y el gran placer que generaría por una vez en mi vida terminar mis planes, tengo tendencia a adorar lo que mi mente inventa y como todo el mundo tengo pensamientos que merecen ser idolatrados y otros que no, sólo que no los distingo, o a lo mejor sí, pero me parecen mas profundos, inspiradores, retorcidos y entretenidos de lo que deberían serlo. No los desecho, duermen en mí para ser disparados. Tengo motivos, creados y vividos, ya no tengo a mi alrededor como el punto causal de mis desórdenes, soy yo, yo proceso la información de esta forma y me encanta. Mi mayor error puede, en algunos casos, ser colocarme en primer lugar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario